Capítulo 23







Entonces, su mano buscó la mía, entrelazando nuestros dedos.

Y ahí estaba de nuevo. Miles de descargas eléctricas recorrieron mi cuerpo en el preciso instante en que me tocó. Pero lo que hacia completamente insostenible la situación no era aquello. Sus bonitos ojos absorbían mi mirada, impidiéndome despegar mis pupilas de las suyas. Mi corazón reaccionó de manera extraña. Rápidos y arrítmicos latidos parecían querer abrir mi pecho y dejarlo al descubierto, sin reservas ni ataduras, martillando ahí dentro, desfalleciendo en cada fugaz e inquieto intento.
De pronto una sonrisa se extendió por su maravilloso rostro, congelando mi respiración.
-Tengo una idea.- dijo al momento en que observaba discretamente nuestro alrededor.-
 ¿Aceptas escapar conmigo?-
Reí al percatarme de la complicidad que buscaba en mí tras aquella secreta proposición.
-¿Quieres que escape contigo?- dije resaltando el sentido prohibido de aquellas palabras.
Volvió a posar sus ojos en los míos, mientras aquella sonrisa torcida, mi favorita, hacia su aparición. Y sin pensarlo demasiado, mis labios le imitaron, formando en ellos la más cómplice de las sonrisas.- Acepto.




Como verdaderos fugitivos, corrimos por aquel angosto y oscuro pasillo.
El eco de nuestras cristalinas risitas resonaba a lo largo del pasadizo de emergencia, mientras Michael sostenía mi mano, entrelazada a la suya, sin soltarla en ningún momento.
Atacados por inacabables carcajadas, corrimos dando tumbos contra las estrechas paredes, haciendo más escándalo del necesario.

-Campanita- dijo Michael al tiempo en que, algo ahogado por la risa, empujaba suavemente mi cuerpo sobre la pared, cubriendo mi boca con su mano.- ¡Si seguimos así nos descubrirán!
Observé su flamante sonrisa e intenté ahogar mis carcajadas, al igual que él.
Nuestras respiraciones entrecortadas, increíblemente agitadas, marchaban a un mismo compás, mientras sentía como su aliento rozaba mi rostro.
-¿Lista?- dijo retirando delicadamente su mano de mi boca, para luego rozar mis labios con su dedo índice.
-¡Siempre lista!- aseguré conteniendo una carcajada, poniendo mi mano en mi frente, en un gesto militar.
Michael cubrió su propia boca con la palma de su mano, ahogando una sonora carcajada que, impetuosamente salió de sus labios.

Pero en ese momento, ninguno de los dos siguió riendo.

Michael tomó mi mano rápidamente, listos para correr.
Unas voces comenzaron a emerger desde el costado más cercano al estudio, acercándose hacia nosotros.
Mi mirada se ancló en sus ojos. El lívido semblante de Michael terminó por sembrar el pánico en mí.
¿Qué demonios se suponía que estaba haciendo?

Escapando con Michael Jackson. Sí, exactamente.
El meollo de la situación era que la mayor parte del tiempo olvidaba completamente quién era Michael, ya que cuando él estaba conmigo, era aquel chico encantador que con sólo una mirada lograba causarme taquicardias. Sí, el dueño de ese par de ojos bellos hasta lo inverosímil y sonrisa absurdamente encantadora. Nada más que eso, nada más que Michael.
Y ahí recaía el mayor problema de todos.
Su simpleza había atraído mi atención hacia él. Aquella magia que su presencia despedía era lo que causaba que mi interés creciera cada vez más. Pero sin duda alguna, aquella forma en que me miraba se posicionaba en la cúspide de todos aquellos argumentos, ya que bastaba sólo un segundo para que sus pupilas se clavaran en las mías, causando estragos en mi cordura, haciendo temblar cada rincón de mi cuerpo.

Y sí, estaba actuando de una forma absolutamente irracional y nada conveniente, ni para él, ni para mí.
Lo sabía, de hecho, lo tenía perfectamente claro. Había escogido un vuelo con destino incierto, extremadamente peligroso. ¿Pero tenía alguna salida?
En aquel instante, congelada por el temor, sintiendo cómo mis piernas se preparaban para reaccionar en cualquier momento, mientras Michael me sostenía la mirada, esperando el segundo preciso para llevar cabo nuestra fuga, supe que aquella pregunta tenía su respuesta hace ya bastante tiempo.

No, ya no había ninguna salida. Aquel era un vuelo sin retorno.
Estaba completamente perdida. Y no sabía si realmente me importaba.

-Liz- susurró Michael- salgamos de aquí.
-Pero, ¿y si nos descubren, Michael?
-Descuida, campanita, nadie nos descubrirá. Confía en mí.- dijo de una forma increíblemente persuasiva, exhibiendo aquella sonrisa que me derretía. ¿Cómo no creer en sus palabras, si me miraba de esa forma?
-Confió en ti.-

Entonces, quiero que Michael firme esos contratos, hay que acabar con este papeleo de una vez, Frank. Los auspiciadores quieren respuestas inmediatas, recuerda que quedan solo unos meses para comenzar el tour y aún no hemos afinado los detalles. ¡¿Dónde rayos está Michael?! Frank, encárgate de esto, ya es bastante tarde. ¡También tengo una vida fuera de este estudio!


Aquella voz masculina notoriamente exaltada provocó que nuestros corazones marcharan a una velocidad inverosímil.
Sentí como la mano de Michael me jalaba de pronto hacia la salida de aquel lugar, esta vez en completo silencio. Corrimos hacia la puerta de emergencia como si nuestras propias vidas dependieran de aquello.

A penas fui conciente del segundo en el que estuvimos fuera.
Nuestra alocada carrera siguió unos cuantos metros más allá, sumergiéndonos en la fría noche, sin rumbo alguno.
Y entonces mis oídos volvieron a escuchar aquel sonido increíblemente encantador, lleno de dulzura y polvo de estrellas. El sonido más hermoso que existió jamás. La risa de Michael resonaba por el lugar, llenándolo todo. Absolutamente todo.

Cuando estuvimos los suficientemente lejos como para ser descubiertos, nos detuvimos.

¿Qué clase de lugar era ese?        
La hierba se extendió ante mis ojos, mientras la sutil luz que provenía de la luna rellena deslumbraba por doquier.
Mi mirada se detuvo por un momento en el cielo. Miles de estrellas brillaban ahí, en lo más infinito. La inmensidad de la noche se presentaba frente a nosotros, embriagándonos, llenándonos de aquel sentimiento enigmático, secretamente maravilloso.
De pronto percibí el tímido escrutinio que los ojos de Michael me dirigían.
Y en aquel momento, mis pupilas volvieron a encontrar su eje, sumergiéndome en el más infinito de los universos.
-¿Eres conciente de lo que haces?
-¿A qué te refieres, Michael?
-Opacas a la luna, Elizabeth. Puedo hacerme una idea de la envidia que te tiene, porque si mis ojos tuvieran que decidir entre una y otra, ella sin duda perdería la partida. Eres sobrecogedoramente hermosa, campanita.

Mis mejillas adquirieron aquel color carmesí, que ya hace algunas semanas era más que habitual en ellas. Bajé mi rostro, intentando ocultarme de la penetrante mirada de Michael.
Pero él no me lo permitió demasiado tiempo. Una de sus manos levantó mi mentón para lograr así que mis ojos se encontraran nuevamente con los suyos
-¿Pero sabes qué es lo más impresionante de todo, Liz?- dijo mientras acariciaba con delicadeza el contorno de mi rostro.- Que no sólo eres la chica más hermosa que he visto jamás, sino que además tu alma es la más bella, Liz. Es incomprensiblemente bella. Y todo lo que me está pasando en este momento es por ello. Es ahí en donde recae absolutamente todo.
-¿Y qué es lo que te está pasando, Michael?- espeté suavemente, casi en un susurro.
-Para serte sincero, no lo sé.- me respondió, mientras sus manos sostenían mi rostro y su mirada parecía querer traspasar mi alma.-  Pero se siente bien, realmente bien.
Cuando estoy contigo todo es distinto, ¿sabes?, en este mismo instante me siento más libre que nunca.
En ese momento, Michael despegó sus ojos de los míos y observó el cielo, ensimismado en aquellos pensamientos. Cuánto deseé saber qué era lo que pasaba por su mente.
Contemplé su rostro iluminado por aquella luz plateada. Hermoso, increíblemente hermoso. Demasiado para poder resistirse.
Cerró sus ojos, e inhaló profundamente. Y sí, en aquel momento saboreé la sensación de libertad de la cual Michael me había hablado. Esa extraña certeza de estar en lugar correcto, junto a la persona correcta, recorrió cada una de las fibras de mi piel.

-¿Quieres bailar?- dijo de pronto, exhibiendo una amplia sonrisa. Extendió su mano en busca de alguna respuesta de mi parte.
-¿Qué?- pregunté descolocada.
-¿Quieres bailar esta noche conmigo, Liz?
 -¿Ahora?
-Es el momento perfecto, ¿no crees?
Su expresión me hizo reír. ¿Bailar?, ¿por qué no?
Mordí levemente mi labio inferior, mientras posaba mi mano sobre la suya.
Michael tomó suavemente mi cintura, atrayéndome hacia su cuerpo. Acomodó mis brazos alrededor de su cuello con suma delicadeza, para envolver mi cintura con los suyos.
 Clavé mis pupilas en las suyas, adentrándome en la profundidad de sus ojos.
Michael comenzó a bailar lentamente, manejando mi cuerpo con sutileza, tomando el control. De sus labios emergió la más bella de las melodías. Definitivamente, si alguna vez dudé de la existencia de la magia, me daba cuenta que estaba equivocada.

Apoyé mi cabeza en su pecho, dejándome guiar por él. La gravedad se volvió completamente irrelevante e inexistente, porque en aquel momento nuestros cuerpos perdieron todo peso. ¿Había despegado mis pies del suelo acaso? Pues eso me parecía.

-¿Sabes que estás completamente loco, no?- dije mientras Michael tarareaba.
Escuché como aquella melodía era interrumpida por una alegre risita.
-¿Qué es lo que dirás cuando descubran que no estamos, Michael?
-Bueno, cuando eso suceda les diré que te he secuestrado.- susurró, mientras depositaba un fugaz beso en mi cabello.
-¿A si, señor Jackson?, pues que secuestro tan extraño. Será el primero en su clase, ya que normalmente la victima  se opone.
-Tiene usted razón, señorita. Pero en este caso la victima es irresistiblemente encantadora, por lo que el secuestrador debe haber utilizado técnicas muy innovadoras.
-Entonces debe de ser un secuestrador muy perspicaz. Lo que le hace doblemente temible.
-Ajá. Muy, muy temible.
-Pero quizás, la victima lo sea aún más. No debemos subestimarla.
-O tal vez el secuestrador sea la verdadera victima, ¿quién sabe?
-Exactamente.
-Entonces, señorita, debe usted recordarme tener más cuidado con esa chica deliciosamente peligrosa.
-Descuide, lo haré cuando la ocasión lo amerite.- dije alzando mi rostro para mirarle.- Queda usted advertido, señor Jackson.
-En ese caso, me mantendré alerta.- rió.
A partir de ese momento no pude despegar mis ojos de los suyos. Aquella melodía continuó su curso, mientras esas pupilas oscuras me atrapaban con su magnetismo. 




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6 comentarios:

Emely dijo...

Hahahahahahaha!!! Aaawww!!!! Ame tu Capi!!! Wow! Naty, te felicito!! Tus capitulos son muy Hermosos y Magicos igual lo que les esta pasando a Liz y Mike! Todo es muy Magico!!! :D
Definitivamente tu Novela es la mejor que he leido y leere!! Pero, te dire una cosa...talves sueñe como regaño, pero no lo es..es un simple comentario....NO CREES QUE ES HORA DE BESO!!!!!?????.....Se me esta acabando la Paciencia hahaha....Pero, por lo que se ve..el Beso esta muy Cerca :D :)
Pero, mientras eso sucede, espero con ansias el Proximo capitulo! No te tardes......Besos.

JuliaGo... dijo...

Nathalie!

Acaso quieres matarme en la espera? Estos niños estan locos el uno por el otro! Michael es tan tierno que no he parado de sonreir durante la lectura.

Gracias por eso, linda!

Me encantó, siempre me encanta. Pero eso ya lo sabes.

Un beso, y sigue pronto! Que muero de ansias por el primer beso!

Un abrazo enorme!

Unknown dijo...

Este capitulo es uno de los mas hermosos que he leido, fue tan mágico. Estos dos tortolitos me encantan & sus aventuras locas me facinan, no aguanto más para que se besen ¿Cuanto tenemos que esperar? Espero que no mucho, por que pasiencia tengo poca.
En fin, cuidate mucho & espero leer pronto el siguiente capitulo, besos.

Anónimo dijo...

ahhhhhhhhhhhhhhh...te juro q me encanto..no puedo mas esperar hasta leer el capitulo don de ya de una vez se besen...te juro q voy a gritar cuando lo lea..amo tu novela..es la mejor continua asi
By: aytana

Annie JaCkSon dijo...

awww que lindo Liz y Michael se escaparon que romantico huyeron aun lugar perfecto y bailaron...me encanta como juega michael la secuestro jeje que bien de lo mas lindo el capitulo...ya estoy anciosa por saber que pasa se besaran ¿? ya se confesaran el amor que sienten ¿?...espero el proximo capitulo anciosa espero sea pronto...tu novela es fantastica sensacional la ame ... graciias por compartirla

Malena Jackson dijo...

ohh Nathalie !! q hermoso capitulo ame tanta magia y romanticismo !! realmente extrañaba leer tu novela!! me encanta !! besos

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