25
domingo,
de
La propuesta
Aquel día el tiempo corrió a su propio ritmo.
De manera desconcertante, aquel estudio de grabación
había puesto una barrera titánica entre nosotros dos. Y entonces, me conformé
con clavar mis ojos de miel en su esbelta figura a través de aquel vidrio.
-¿Siempre trabaja tanto?- pregunté de pronto, soltando un
suspiro extenuado.
-Siempre. Día y noche si lo considera necesario.- respondió
Karen, pasando uno de sus brazos por mis hombros.-Sólo queda armarnos de
paciencia, cariño.
Y entonces suspiré nuevamente.
Aquello me estaba costando más de la cuenta.
Verle a menos de seis metros de distancia y no poder
sumergirme en una de aquellas conversaciones llenas de sonrisas o en la
profundidad de sus ojos...simplemente se estaba volviendo insoportable. Tenía
que reconocerlo, me estaba volviendo sumamente egoísta, al extremo de que el
hecho de no tener su atención se estaba tornando una completa tortura.
¿Cuánto tiempo había estado gravando?, ¿mil horas acaso?,
pues eso me parecía.
-Vamos, cariño. Ya terminará, te lo aseguro.- me consoló
Karen, observándome con aquella sonrisa llena de destellos de sol.- Michael es
así. Cuando de trabajo se trata, no lo deja hasta que sea absolutamente
perfecto. Ese es su límite.
-De todos modos, ya es perfecto.- dije con más sinceridad
de la necesaria, causando una divertida risita.
-Sí que es perfecto, ¿no?- soltó Karen, observándome de
manera acusadora, insinuante. Vergonzosamente certera. Lo que por supuesto, demostró que mis palabras me habían delatado. ¿Era tan
evidente acaso?
-Me refiero a que ya es el mejor. No necesita esforzarse
de esta manera.- me justifiqué, mientras aquella mujer de porcelana me
observaba divertida.
-¿Sabes, Liz? Hay algo que me parece sumamente curioso.
-¿El qué, Karen?
-Para serte sincera, no lo sé con precisión. Es todo, en
realidad.- dijo con aquella mirada segura.- Me sorprende la conexión que hay
entre tú y Michael. Honestamente, nunca le había visto confiar tanto en alguien
como lo hace contigo. Ya debes conocerlo, es bastante diferente al resto de las
personas, Michael es especial, es un ser único en su especie.-
Me detuve un instante infinito y me sumergí en los ojos
cristalinos de aquella mujer, sopesando cada una de sus palabras.
-¿Y sabes una cosa? Veo en ti el mismo brillo enigmático
que posee Michael.
Aquella exquisita cualidad atrayente, absurdamente
especial. Y sé que le quieres cariño. Por ello, no sabes cuánto me alegra el
hecho de que te haya encontrado. Ha sido una perfecta jugada del destino, ¿no
crees?
Y entonces sonreí, dándole las gracias a aquel destino,
mientras dirigía mi mirada a través del vidrio hacia el otro lado del estudio.
Aquellos oscuros ojos me observaban de esa manera
profunda, escudriñando cada expresión de mi rostro, a la vez que una sonrisa
ladeada arrebatadoramente hermosa, me dejaba sin posibilidad alguna de reaccionar
de manera coherente.
Mi corazón se detuvo por un instante eterno, mientras el
brillo diamantino de aquellos ojos despertaba el cosquilleo, ya habitual, en mi
estómago.
Lo que estaba ocurriendo conmigo no tenia ninguna lógica.
¿Por qué mis piernas habían comenzado a perder
estabilidad y los latidos de mi corazón se habían vuelto frenéticos de un
segundo a otro?
Y por un instante eterno creí ver en aquellos ojos la respuesta. Michael mordió con
exquisita sutileza su labio inferior, sin dejar de deslumbrarme con aquella
sonrisa de diamantes.
-¿Michael?, ¿Qué es lo que te
pasa, muchacho?, ¿has olvidado la letra?- dijo Frank de pronto, presionando el
comunicador.
Me sobresalté levemente al
escuchar aquella interrupción, a la vez que el chico de la sonrisa despegaba
rápidamente sus pupilas de las mías, con las mejillas encendidas.
Frank no tardó en seguir la dirección
de su mirada, clavando sus ojos en mí.
-Ya veo.- dijo, al tiempo en
que soltaba un cansado suspiro.- Michael, ¿podrías enfocar tu atención, por
favor?, o de lo contrario, sabes muy bien qué es lo que sucederá con ciertas
distracciones.- le amenazó, observándome con el rabillo del ojo.
Oh sí. ¿Ahora yo era la
distracción?
Já. Muy divertido, Frank.
Después de aquel minuto de
conmoción, busqué un lugar seguro en donde fijar mis ojos, para evitar ciertas
desconcentraciones y lapsus algo... ¿vergonzosos?
Pero el alivio no duró
demasiado, pues me encontré con el agudo escrutinio de esos ojos azul intenso.
-¿Ahora entiendes lo que te
digo sobre la conexión?- susurró Karen entre risitas confidentes.
Sentí cómo un leve calor
subía hasta mis mejillas, lo cual últimamente se había vuelto habitual, cuando
de Michael se trataba.
-¿Puedo hacerte una
pregunta, Liz?
-Claro, Karen. ¿Qué sucede?
Entonces ella guardó
silencio por un instante, mientras sus ojos, fijos en los míos se debatían por
alguna razón desconocida para mí.
-Karen, ¿qué ocurre?, me
estas poniendo nerviosa.- dije con una sonrisa en mis labios para infundirle
confianza.
-Liz, ¿lo que sientes por
Michael es más que una amistad, verdad?- preguntó, aunque a decir verdad, parecía
más una afirmación.
Silencio entonces.
Sus ojos expectantes
aguardaban que una respuesta saliese de mis labios, ¿pero qué podía responder?,
si ni yo misma era capas de aclarar aquello.
Y mientras la música seguía
resonando y la voz de Michael llenaba cada recoveco del lugar, me limité a
guardar silencio ante la confusión que se apoderó de mí.
Es cierto, no tenía
respuesta para ello. Pero Karen comprendió mucho más rápido lo que sucedía, sin
dejarme tiempo alguno para maquinar alguna frase coherente que me ayudara a
desviar su interés.
-No te preocupes, cariño.
Creo que ya sé la respuesta.- contestó por mí con aquella encantadora sonrisa.
Tardé algunos segundos en
reaccionar. ¿Por qué últimamente todos parecían saber más que yo sobre mi
misma?, ¿era tan evidente?
-Karen, realmente yo...-
-Oh, querida, no tienes que
decir nada. Lo noto perfectamente. Al igual que con Michael.
-¿Te ha dicho algo?
-Oh, créeme que no es
necesario.- dijo entre risitas.
Le observé aún más
confundida de lo que había estado ya.
-¿No has notado aún la
manera en que le afectas?, ¿has notado acaso la forma en que te mira, Liz?
-¿De qué hablas, Karen?, ¿de
qué forma me mira?
Karen puso los ojos en
blanco.
-Sólo observa.- susurró acercándose
a mi oído. Entonces seguí la dirección de su mirada.
Y ahí estaba mi sueño a
medida.
Esa tarde estaba
excepcionalmente guapo. Vestía unos vaqueros oscuros y ajustados, mientras que
una camisa de un sutil amarillo contrastaba con su piel chocolatada.
-Cinco, cuatro, tres,
dos...uno.- volvió a susurrar Karen, sin que ninguna de las dos desviara la
dirección de su mirada.
Y en ese preciso instante,
los ojos de Michael buscaron los míos, atrapando nuevamente mi atención en sus
pupilas. Entonces un ligero rubor cubrió sus mejillas al verse descubierto.
Despegó su mirada de la mía rápidamente para mirar al frente nuevamente.
-Espera un momento...- dijo
Karen.
Obedecí a sus palabras y sin
despegar mis ojos de aquella figura, aguardé.
-Cuatro, tres, dos...-
Y otra vez aquellos ojos se
detuvieron en los míos.
Pero esta vez fue diferente.
Su mirada sostuvo la mía sin
titubeos. Y entonces un molesto cosquilleo recorrió mi espina dorsal.
La intensidad con la que sus
ojos me observaban causó que el repiqueteo de mi corazón se intensificara de
manera absurda.
Y como si hubiese notado la conmoción
que había provocado, sus labios se curvaron en una discreta sonrisa, contenida,
sensual, incomprensiblemente arrebatadora.
-¿Lo ves?- murmuró Karen,
interrumpiendo aquel trance.- he notado que cada quince segundos él vuelve a
buscarte, una y otra vez. Es como si observarte fuese una necesidad apremiante
para él.- rió.
-¿Lo dices en serio?-
pregunté, mientras mi atención luchaba por enfocarse en la conversación que
sostenía. Pero Michael no lo hacía demasiado fácil, ya que si no dejaba de sonreírme
de aquella manera, no tardaría en perder el último resquicio de cordura que me
quedaba... y no quería ni imaginar de lo que seria capas.
-Claro que sí. Estoy segura
de lo que te digo, Liz. Conozco a Michael hace bastante tiempo, ¿sabes?, sé de
lo que te hablo. Le he visto distinto este último tiempo y creo que la razón
eres tú.
Despegué mis pupilas de
aquellos ojos para observar a la mujer que me sonreía con seguridad.
Karen Faye tenía uno de los
rostros más exquisitos que alguna vez había visto. No sólo por aquel matiz
blanquecino y destellante de su delicada piel, sino también por aquel brillo infinitamente especial de su
mirada. Aquella clase de mirada que te hace sentir envuelto en un manto de
calidez.
Y el resto del día, aquella
conversación fue a parar hasta los más insospechados aspectos. Y no fue hasta
que me vi irremediablemente comprometida con Karen, que descubrí lo peligrosa
que resultaba su manera aparentemente inofensiva de persuadir y atraparte en el
momento menos esperado.
-¡Oh linda!, te aseguro que
ese catálogo será el más impactante que hayan podido ver alguna vez. ¡Tu rostro
es absolutamente perfecto!, ya verás como tú y yo haremos un gran trabajo, Liz.
-Karen, la verdad es que yo
no...-
-¡Cariño!, sabía que
aceptarías ser el rostro de mi proyecto, simplemente no podía ser otra que no
fueses tú. ¡Gracias, gracias, gracias!, hay tanto por hacer, por probar... pero
ya lo veo, sí, sí, ya sé, un estilo con remembranzas griegas, pero a la vez
vanguardistas...o quizás un estilo natural inspirado en le plaisir de Paris. ¡No puedo
esperar por empezar!
Y sin escapatoria posible,
no pude hacer más que resignarme.
Mis ojos se detuvieron en el
pequeño reloj diamantino que adornaba con elegancia la pálida muñeca de Karen,
quien proseguía extasiada trazando aquellos planes, en los que de un momento a
otro, mi rostro ocupaba un rol protagónico.
-Karen,- le interrumpí de
pronto.- debo estar en menos de dos horas preparada para cubrir aquella fiesta.
Creo que si no me marcho ahora, ni con toda la suerte del mundo llegaré a tiempo.
-Oh, ¡es cierto!- dijo
llevando su mirada hacia su muñeca izquierda.- Linda, ¡aún debes prepararte!,
¿qué es lo que estas haciendo aquí todavía?, ¡vamos, que el tiempo apremia,
cariño!-
Y entonces reí ante la
expresión urgida de karen.
Clavé mis ojos a través de
aquel vidrio y agité mi mano a modo de despedida para Michael. Una sonrisa
curvó mis labios y me apresuré hacia la puerta.
-Por cierto- me detuvo karen
antes de cruzar el umbral del estudio.- Está demás decirte que debes estar
deslumbrante esta noche, ya sabes, tienes a alguien a quien conmocionar.
Y con un guiño de ojos se despidió
de mí. Reí mientras me encaminaba hacia el elevador. Pulsé el botón y me
dispuse a esperar.
Las puertas se abrieron y dí
un paso al frente, pero una mano se cerró en torno a la mía de pronto, impidiéndome
avanzar. Di media vuelta y frente a mí encontré aquella sonrisa, que por un
momento me hizo contener el aliento.
-Michael- dije a penas en un
susurro, aún deslumbrada.
Y entonces no puede evitarlo.
Me dejé caer en sus brazos, que se cerraron en torno a mi cintura
inmediatamente. Rodeé su cuello con mis brazos y acomodé mi cabeza en su pecho.
Sentí cómo Michael hundía su rostro en mi cabello, disfrutando de mi aroma, llenándose
de él.
-Hola pequeña.- susurró,
mientras una sonrisa se formaba en mi rostro.- Lo siento, lo siento tanto
campanita.
-¿El qué?- pregunté alzando
mi rostro, buscando sus ojos.
-El no haber podido pasar
todo el tiempo que quería contigo.
Sus labios buscaron mi
frente y se posaron con delicadeza sobre mi piel.
-Trabajo es trabajo, ¿no?,
ya habrá más tiempo.
-Eso espero. ¿Ya te vas?, si
quieres te puedo llevar en un momento, sólo tengo que terminar algunos detalles
y...-
-Michael, no te preocupes
por mí. Te lo agradezco, pero me tengo que ir ya o no llegaré a tiempo. Nos
vemos allá, ¿si?- dije sonriendo a modo de despedida, subiendo al ascensor.
-Liz, espera.
-¿Qué sucede, Michael?
-Quiero pedirte algo.- dijo poniendo
su mano en el borde metálico de la estructura, impidiendo que las puertas se
cerrasen.
Sonreí nuevamente ante su expresión
ansiosa. Llevó la mano restante hacia el interior del bolsillo de su baquero. Un
gesto de nerviosismo que ya conocía.
-¿Qué quieres pedirme?
-Quiero que esta noche estés
conmigo.- dijo con decisión.
Puse los ojos en blanco.
-Sabes que estaré ahí,
Michael.
-Pero no de la manera en que
quiero.
-¿Y de qué manera lo quieres
entonces?
-Quiero que seas mi pareja
esta noche. Y no me digas que no puedes. No aceptaré un no. Además, sólo estarás
trabajando una hora o dos, ya lo he averiguado. El resto de la fiesta, serás mi
chica.
Solté una risita. Y entonces
él también sonrío.
-¿Aceptas?- preguntó con
aquel tono persuasivo que tantas otras veces había utilizado conmigo.
¿Cómo negarme si me lo pedía
de esa forma?
Subí al elevador y presioné
el botón de cierre de puertas, mientras sus ojos seguían detenidos en mi
rostro, aún más ansiosos de lo que ya habían estado.
-Esta noche seré la que vaya
del brazo, ¿no?
Y entonces, su sonrisa fue lo último que vi antes de que las puertas se cerraran, con un par de palabras resonando en el último resquicio de mi mente.
Y entonces, su sonrisa fue lo último que vi antes de que las puertas se cerraran, con un par de palabras resonando en el último resquicio de mi mente.
Mi chica.
Comenta!
Comenta!
12 comentarios:
AAAAAAAAAAAHH! naty me has dejado Muda...Absolutamente... Desconcertada... Gracias, gracias ¡GRACIAS! por el Capi, estuvo hermoso! Lleno de Amor! Amo el Amor que se tienen Michael y Liz.
Eres lo Maximo Naty, Espero que todo te haiga salido bien en tus estudios...Te deseo suerte en todo lo que hagas...Y Claro, esperare el Proximo capitulo con Ansias!
te Quiero Mucho, que Dios te bendiga.
Besos.
Super! Me encanto, genial!! Wujuuu! Ya Karen se dio cuenta de todo e.e, es demasiado obvio xD... Te deseo mucha suerte en tus estudios y exitos en todo lo que hagas :)
Me encanta tu novela..''serás mi chica'', *-* Lo dijo como que con autoridad xD.. ''Mi chica'' :$....Muchas gracias..SIGUELA!! Lo mas rapido que puedas pliss!! :D ^^ T.Q.M.♥♥
Nathalie! Esto ha sido perfecto... sólo eso: ¡perfecto!
No puedo esperar a leer el siguiente capítulo! Amé la forma en que Michael no podía dejar de mirar a Liz, y viceversa. ¡Y Karen es una diosa!
Tengo un buen presentimiento acerca del siguiente capítulo, no puedo esperar!
Nathalie, eres increíble. Un abrazo enorme.
OMG !! Morí de la emoción por Dios !!! Cuanto Romantisismo !! La verdad que opino que tienes un don especial para escribir !! Cada uno de tus capitulos llegan a mi de una forma desorbitante !! Tienen un toque de misterio, amor, suspendo ... TODO JUNTO ... y eso me encanta ! :) sigue así ... <3
Exelenteeeeeeeeeeeee me encantoo !!!! OMG !! La verdad me quedé sin palabras ! <3 Tienes un verdadero don para escribir !! te felicito , sigue así ;) <3
Mi querida Nathy ....woooow ! simplemente... woooow !! creo que las chicas me entienden bien veo que algunas se han quedado sin palabras al igual que yo ! ....Que te dire !! Fabuloso capitulo ! no sabes cuanto ansiaba leer un capitulo mas de esta novela cargada de amor, magia y tantos otros elementos que la hacen simplemente perfecta !! Es una novela imposible de olvidar, imposible de dejar de leer ! que barbara Nathy tu novela es adictiva !! jajaja me encanta !! no me queda mas que decirte Gracias !!! por compartirla con nosotras !! espero con ansias el siguiente capi ! ; ) ....esta novela la llevo en el corazon creeme ! literalmente la vivo !!! y eso es gracias a tu gran talento !! que maravilla la capacidad narrativa que tienes y eso unido a tu imaginacion y a tu magia pues que te dire....perfecta !!! Te quiero mucho Nathy besos y gracias nuevamente !!
uh q emocion!!
soy yo, o el capi esta muy corto??
esq con la emocion q tengo xD en serio me quede con ganas de seguir leyendo...
me ha encantado!!!
*la miraba cada 15 segundos* awww , esq es un amor!!
su chica! quiero conti!! D:
espero q puedas actualizar pronto Nathy
Saludos! :D
¡Hola Gipsy!, ¿el capítulo ha estado más corto de lo normal? , no lo he notado. ¡Lo compensaré con el siguiente! :)
Hola Naty
Hola naty, me encanto tu narraciòn, quede babeando imaginando esa carita de Michael y esos besitos en el elevador, supongo que aun esta en la etapa del coqueteo y me muero por saber que ocurrira mas adelante.. espero romaticismo y màs.. una historia muy blanca, muy linda y que te deja con las ganas de saber que pasara despuès, me encanto, gracias por compartirla conmigo. saludos
Hermoso capítulo!En verdad tienes mucho talento!
tu novela nos deja a todos como a liz con un ataque al corazon. ya quiero leer el siguiente capitulo por fa subelo.....
Publicar un comentario
Gracias por comentar :)