Poco a poco estiré mi cuerpo, sin abrir los ojos. Me sentía fatal, cada parte del cuerpo me dolía y aun más la cabeza, pero el recordar a Michael me hizo sonreír. Repasé la noche anterior en mi mente, recordando cada palabra, cada expresión de su bello rostro, hasta que de pronto me percaté. Lo último que podía recordar era a Michael cargándome en sus brazos, luego de eso una gran laguna mental me invadió. ¡¿Qué había pasado luego?! Abrí lentamente mis ojos, intentando adaptarme a la luminosidad de la habitación. Una vez que pude ver claramente recorrí la estancia con la mirada y me sorprendí por lo bonita y lujosa que era, con altas paredes color crema, adornadas con los más hermosos cuadros. La cama en la que me encontraba tenia suaves sabanas de seda, tan delicadas que me preocupé de no hacerles daño. Seguí paseando mi vista por todos los rincones, hasta que le vi. Se encontraba sentado en un gran sofá ubicado a la izquierda de la cama. En cuanto nuestras miradas se encontraron una gran sonrisa se extendió por su rostro, paralizándome el corazón.
-Buenos días, ¿Cómo has dormido?- dijo con la mirada más atractiva que alguien pueda imaginar.
-Hola Michael, ¿Qué es lo que sucedió? -Pregunté con preocupación, ya que una idea se cruzó por mi mente. No recordaba absolutamente nada de lo que había dicho... o hecho en aquel lapsus.
-No ha sucedido nada que no hayas querido- dijo guiñándome un ojo.
En ese instante sentí como un colapso nervioso me atacaba. Su respuesta estaba muy lejos de tranquilizarme, ya que si de querer se trataba no estaba muy segura de mis actos. ¿Y si algo había pasado entre Michael y yo? Rápidamente observé de la forma más discreta mi cuerpo, pero aun llevaba mi vestido y la chaqueta que Michael me había puesto. Mientras el alivio me invadía, su voz atrajo nuevamente mi atención.
-Solo te traje aquí para que pudieras dormir un poco- dijo riendo.
-Gracias. Michael cuanto lo siento- dije apenada.
-No te preocupes Liz, ha sido un verdadero placer verte dormir.-respondió dulcificando su expresión.
-¿Me has estado observando?- pregunté avergonzada.
-Sí, espero que no te moleste. Eres aun más guapa cuando duermes, ¿sabias?
-¡Si que eres un gran mentiroso!- reí- debo estar hecha un desastre.-dije al momento que cubría mi cara con la sabana.
Segundos después sentí como Michael quitaba la manta de mi rostro.
-Eso no es verdad, estás hermosa.- Una vez más provocó que mis latidos aumentaran a un ritmo casi embarazoso. Se sentó a mi lado y descargó todo el efecto de su mirada en mí. Sus ojos eran los más bellos que jamás había visto.
-Eres el hombre más coqueto que he conocido, Michael.- dije riendo.- ya veo por qué todas tus fanáticas hacen tanto alboroto.-
Se sonrojó y soltó una risita bajando la mirada. Luego de un momento posó sus ojos en los míos y habló nuevamente.
-Dime una cosa- dijo mordiéndose el labio inferior-¿de verdad piensas que soy increíblemente guapo y sexy?
Al instante sentí como la sangre subía a mis mejillas. Oh dios, ¡¿Cómo se había enterado de eso?! ...Claro, yo había sido la estúpida que se emborrachó. Cubrí mi rostro con una almohada, rogando que me tragara la tierra. Quien sabe cuantas cosas más había dicho.
Intenté calmarme y controlar la situación. Descubrí mi rostro lentamente y luego lo miré. Exhibía una gran sonrisa, la más picara que le había visto hasta ese momento.
-¿Qué más dije? –pregunté avergonzada.
-Entonces es verdad.- afirmó mordiéndose el labio.
-¡Ya basta Michael!- dije lanzándole la almohada. Ante mi desesperada acción distractora él se echó a reír, para luego mirarme fijamente.
Por supuesto que a él esta situación le divertía mucho, pero la verdad es que a mi se me hacia extremadamente vergonzosa.
Ante su insistente mirada, comprendí que se encontraba esperando que dijera algo.
-No sé que esperas que te diga, Michael. ¿Te encanta avergonzarme no?
-Espero que me digas por fin lo que piensas y que no intentes ocultármelo. Y sí, la verdad es que me diviertes mucho cuando te sonrojas. Pero no me cambies de tema Liz, dime la verdad.-dijo mientras su sonrisa se ensanchaba, notoriamente divertido.
-Bueno, no sé por qué te sorprende. Miles de chicas histéricas te dicen todo el tiempo lo guapo que eres. Es más, lo gritan.-le respondí haciéndome la desentendida.
-Pero a mi no me interesa si lo gritan ellas, me interesa si lo piensas tú.
Me sentía terriblemente avergonzada y como si fuera poco, Michael me acorralaba con sus preguntas. No sabía como evadir el tema, pero necesitaba hacerlo desesperadamente. Guardé silencio, ya que no sabía que decir.
-Aunque no lo quieras decir, sé que lo piensas.- dijo tomando mi rostro entre sus manos-Y para que lo sepas...yo también te encuentro increíblemente guapa y muy, muy sexy.- finalizó guiñándome un ojo.
Esto ya era suficiente. En cualquier momento me daría un paro cardiaco. Su rostro se encontraba a escasos centímetros del mío, y yo, estaba completamente paralizada. Miles de mariposas revoloteaban en mi estomago y mis mejillas estaban más coloradas que nunca.
Cuando al fin reaccioné, alejé mi rostro del suyo.
-¿Qué hora es Michael?- dije rompiendo la magia.
-Cerca de las diez y treinta de la mañana.
-¡¿Qué, las diez treinta?!- Inmediatamente salté de la cama. Ya estaba retrasada en más de dos horas. Sin ninguna duda, en el trabajo me matarían. Me saqué rápidamente la chaqueta y la dejé en la cama. Tomé mi bolso y corrí por la habitación en busca de mis zapatos, pero no los hallé en ninguna parte.
-Aquí están tus zapatos- dijo Michael mientras me los tendía.
-Gracias. ¿Por qué no me despertaste Michael?, me matarán.- murmuré mientras me ponía los tacones.
-Liz, tranquilízate. Espérame un momento.- dijo mientras caminaba hacia el otro extremo del lugar.
Intenté peinarme un poco con los dedos, para irme lo más rápido posible. Pero cuando levanté la vista Michael se encontraba frente a mí con un teléfono en la mano.
-¿Por qué no llamas y les dices que has tenido un problema, por lo que llegaras más tarde?- dijo convencido de que su idea era brillante. Y sí, era mucho más sensato que salir corriendo.
Tomé el auricular y marqué el número de Eric, quien era el único que me podía salvar.
-¿Hola?-
-¿Eric?
-¡Liz!, ¿Dónde estas?, ya es muy tarde.
-Sí, lo sé. Por eso te llamaba...me preguntaba si me podrías cubrir, solo será un momento. Llegaré lo más rápido posible.
-Claro que si tonta- dijo riendo- sabes que haría cualquier cosa por ti cariño.
-Gracias Eric, de verdad muchas gracias, no se que haría sin ti.
-No me lo agradezcas, regresa pronto.
-Nos vemos, adiós.- dije finalizando la llamada.
Le pasé el teléfono a Michael, quien se encontraba muy serio, lo cual me extrañó.
-¿Quién es Eric?
-Es un compañero de trabajo, Michael.- pero al parecer esa no era la respuesta que esperaba, puesto que sus ojos reflejaban que no había hecho la pregunta que de verdad deseaba. Comprendí lo que quería saber de inmediato, por lo que solté una risita.
-Eric no es mi novio, Michael- dije sonriendo- Yo no tengo uno de esos.
Al escuchar esto, su expresión cambió abruptamente y una gran sonrisa se dibujó en su rostro.-Bueno, ya me tengo que ir.
-Espera, te he comprado algo de ropa para que te cambies, y el baño esta listo por si te quieres duchar.-dijo al momento que me pasaba una fina bolsa de papel blanca.
-Oh, Michael no puedo aceptarlo, gracias de todas maneras.
-¿Por qué no?
-Porque no quiero deberte nada Michael.
-Oh vamos Liz, lo he comprado especialmente para ti. Por favor acéptalo, solo es un regalo.- dijo haciendo un puchero. Reí a carcajadas. Era tan tierno a veces...pero tan seductor a la vez. Depositó la bolsa en mi mano y no me pude negar. Suspiré y me dirigí hacia el baño.
Y sí, tal como me había dicho, se encontraba todo listo para mí. Me di una ducha rápida y le eché un vistazo al vestido que me había comprado. Me quedé boquiabierta al observarlo. Era finísimo, de satén color rojo. Me arrepentí al instante de haberlo aceptado. Ese vestido valía una fortuna, mucho más de lo que yo podría pagar.
Me lo puse y me miré en el espejo. Guau, si que me quedaba bien. Enmarcaba perfectamente mi fina figura, resaltando mis atributos y el suave color de mi piel. Arreglé mi cabello y por suerte, mi rostro no reflejaba lo mal que me sentía. Me observé una vez más y abrí la puerta.
Al salir del baño, busqué con la mirada a Michael, quien al sentir mi presencia de inmediato se acercó a mi.
¿Y, que opinas?- le dije haciendo pequeñas posesillas.
Reí al ver su expresión. Parecía un completo bobo. Se me quedó mirando alelado, sin responderme nada.
-Bueno, creo que te ha gustado.-dije cerrándole un ojo, para luego picarle una costilla.
No sabía qué era lo que me causaba más gracia, si la cara de tonto de Michael, o la misma situación. Caminé hacia el sofá en donde se encontraba mi bolso y lo puse en mi hombro, lista para irme.
-Liz, ¿quieres desayunar?- logró decir al fin, con la sonrisa más hermosa que alguien podía tener.
-No Michael, gracias pero ya estoy muy retrasada.-dije acercándome a él.- Y discúlpame por favor por lo de anoche, no se como enmendarlo.
-Tus disculpas no sirven de nada en este caso, porque no las aceptaré. Por culpa de tu poca tolerancia al alcohol no he podido disfrutar plenamente de ti, así que si quieres que te perdone tendrás que salir nuevamente conmigo- dijo aun sonriendo.
-Así que quieres otra cita más...si que estás antojadizo. Creo que tendré que pensarlo.-dije jugando a hacerme la difícil.
-Bueno, entonces nunca sabrás que es lo que dijiste sobre mí anoche.- Dijo mirándome picaramente, seguro de lo que hacía.
Su chantaje funcionó a la perfección. No seria capas de quedarme con la duda.
-Eres imposible- intenté fulminarle con la mirada, pero todo lo que conseguí fue reírme más aun.- Adiós Michael- dije dándole un beso en la mejilla.
Me di media vuelta para marcharme pero él me tomó ágilmente por la cintura, rodeándome con su brazo. Aquello me descoloco infinitamente y al instante mi corazón pareció salirse de mi pecho. Quedamos frente a frente, con nuestros cuerpos rozándose. Su brazo me sujetaba fuertemente por la cintura, lo cual no me desagradó para nada.
-¿Qué haces Michael?- dije intentando controlar la situación antes de que se escapara de mi control.
-¿No se te olvida darme algo?
Sentí como me temblaban las piernas, mientras la sangre huía de mi cabeza.
-¿Q-que cosa?- tartamudeé.
-Tu teléfono, claro- dijo sonriendo pícaramente. En sus ojos podía distinguir que tenia muy claro lo que hacia, lo tenia todo calculado para hacerme perder la cabeza.
Me separé del y busqué en mi bolso, saqué un lápiz y tomé su mano para escribir mi numero telefónico en la palma de esta. Si él quería jugar a seducirme, yo podía hacerlo también.
-Te llamaré- dijo guiñándome un ojo.
-En ese caso esperaré tu llamada.-dije repitiendo su tono seductor y caminé hacia la puerta esta vez para salir definitivamente de ahí.
Comenta :)
10 comentarios:
Wooooooooooooooooooooow! Que Picaro Michael! XD Me encanto! continua lo mas rapido posible por que realmente me volvi adicta a tu novela! :D
Jajajaja My Godness!!!!
Pero qué pícaro resultó Michael.. pero Liz no se quedó atrás :P adoré este capítulo, casi me parto de la risa cuando Liz se pone nerviosa por el "no se te olvida darme algo?" de Michael y al final resultó ser el número ¬¬
JAJAJAJA buenísimo x'D
Hey! me has atrapado.. adoro leer fics en donde le dan un toque seductor a Michael :P
CONTINUACIÓN YA!
pero YAAA *-*
Un beso cielo!
Take care. (LL)
é.é quepicaron mi Michael ¿eh? jejejejeje, y ella no se queda atrás.... Me encanto, estuvo super divertidojajajajajaj, estoy segura que este juego de seducción terminará en otra cosa ¿eh?....Espero el siguiente.Un placer leerte....love....
pero q coqueto este hermoso!!!
y a a la vez tiernisimo! awwn tan bello♥
“-Pero a mi no me interesa si lo gritan ellas, me interesa si lo piensas tú.”
Si yo estuviera en su luegar, q me da un paro cardiaco xD
me encanto este capi
super divertido :P
espero con ansias la conti
es todo un placer leer esta nove
saludos :)
UUUYYYY!!!! ESE MICHAEL QUE PICAROOOO!!! HAYYY.., ME ENCANTOOO!!! ME FASCINOOO!!!! ME FASCINA TU NOVELA!! AMO TU NOVELA!!! ESTA SUPER GENIAL, INTERESANTE Y SOBRE TODO EMOCIONANTEEEEEE!!!! QUE MICHAEL MAS, PERVERTIDO, ATREVIDO, COQUETA Y SEDUCTOORR!!! HAYYY, ME DERRITOOOO!!!! <3 ___________ <3 DEFINITIVAMENTE ME ENAMORE TOTALMENTE DE TU NOVELA! SIGUELAAAAAAAA!!!!! PERO SIGUELAAAA YAAAAA!!! RÁPIDOOOOOOOO!!!!! LO MAS PRONTO POSIBLE PORFIZZZ!!! ESPERO EL PRÓXIMO CAPÍTULO ANSIOSÍSISISISISISISIIIIIIISIMAAAA!!!! QUE EMOCIÓÓÓÓÓÓ'NNNNNNNNNN!!!!!!O___________O SIGUELAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!:DDDDDDD XDDDDDDD
Chicas, gracias a todas por sus comentarios, leerlos me alegra mucho :)
Es probable que actualice hasta el sábado, porque estoy llena de exámenes :/
Un beso !
aaaaah siguela esta muy genial ya kero saber k pasa en la 2º sitaa!!
=D =D =D =D =D
¡Pero bueno °.°! ¡Me he leído todos tus capítulos de un tirón! ¡Son increíbles! xD
Me has dejado enganchada! *.* Me enamoré de tu novela!
"De verdad piensas que soy increíblemente guapo y sexy?"... me mataste con eso!
Pues, tienes una nueva lectora... heme aquí!
Actualiza pronto o moriré!
PD: Espero poder tenerte por mi blog ;D
Mil besos!
ahhhh Michael el hombre perfecto !! ♥♥♥♥
jeje que picaron los dos , me encanto, cariño eres una gran escritora dios t bendiga tk amiga. <3
Publicar un comentario
Gracias por comentar :)